27/01/2025 La Nación - Nota - Economía - Pag. 15
Retenciones: esperan la publicación para conocer los alcances de la baja del tributo Pilar Vázquez LA NACION La reducción permite mejorar los márgenes pero se mantienen las pérdidas en algunos negocios; expectativa por los alcances de la medida Con la publicación en el Boletín Oficial, que se espera en estas horas, empezará a regir el nuevo arancel de exportaciones para productos agrícolas. Dicho de otra forma, la baja en las retenciones a los principales cultivos del campo, se hará realidad. No hay dudas respecto de los porcentajes que tributarán ya que el Gobierno comunicó cuál será el nuevo valor que tendrá hasta el 30 de junio. Sin embargo, hay expectativa para conocer si habrá alguna condición para acceder a este régimen o sí, por el contrario, será una medida amplia. Después de que el Gobierno decidiera reducir de manera "temporal" las retenciones a los principales cultivos del campo argentino, los productores comenzaron a evaluar el impacto de estas modificaciones en sus márgenes. De acuerdo a lo anunciado, habrá una reducción en la alícuota de la soja, que pasa del 33% al 26%, y en la del maíz, que baja del 12% al 9,5%. Uno de los primeros análisis sobre el impacto de la medida fue realizado por Néstor Roulet, productor de Canals, Córdoba, y exvicepresidente de CRA. Según sus cálculos, en un campo propio de la zona núcleo con un rendimiento promedio de 35 quintales por hectárea, el resultado final para el productor de soja mejora de US$-78,90 a US$26,17 por hectárea. Para el maíz, en un campo con un rendimiento de 80 quintales por hectárea, el ingreso neto pasa de US$85,16 a US$112,44 por hectárea. Vale aclarar que esto dependerá de que los compradores trasladen la reducción de impuestos que tienen al exportar al precio de la tranquera que recibe el productor. Algunos cálculos de la mejora En el caso de la soja, el ingreso bruto se calcula sobre un precio proyectado de US$386por tonelada en marzo de 2025, lo que genera US$1351 por hectárea. Las retenciones, que originalmente eran de US$445,83 por hectárea, bajan a US$351,26. A pesar de esta reducción, los costos siguen siendo elevados. Entre ellos, se encuentran US$362,44 en insumos, US$62,50 en labores y US$117,05 en fletes, además de otros gastos, como el alquiler (US$348) y el impuesto al cheque (US$63,26). En este contexto, el margen bruto mejora de US$-51,44 a US$89,43, mientras que el resultado final para el productor pasa a ser positivo. En el caso del maíz, con un rendimiento promedio de 8 toneladas por hectárea y un precio FOB de US$221 por tonelada, el ingreso bruto asciende a US$1600 por hectárea tras la reducción de las retenciones, que bajan de US$212,16 a US$167,96. Aunque los costos totales son elevados, el margen bruto mejora de US$207,60 a US$251,75, dejando un ingreso neto final de US$112,44 por hectárea. En campos arrendados, los márgenes siguen siendo negativos a pesar de la reducción de las retenciones. Dante Garciandía, comerciante y productor agropecuario de Carlos Tejedor, analizó esta situación y destacó que, aunque las pérdidas se reducen, los números continúan en rojo. En el caso del maíz temprano, con un rendimiento promedio de 86 quintales por hectárea, el precio de cosecha sube de US$17,7 a US$18,5 por quintal, lo que aumenta los ingresos brutos de US$1522,2 a US$1591. Sin embargo, los costos totales también suben de US$1180 a US$1187,3, dejando un margen neto que mejora de US$-22,3 a US$-10,8 por hectárea. Esto es por el incremento de los costos de la cosecha. En la soja de primera, con un rendimiento promedio de 35 quintales por hectárea, el precio pasa de uS$27 a US$30,7 por quintal. Los ingresos brutos aumentan de US$945 a US$1.074,5, pero los costos totales también crecen, dejando un margen neto que pasa de -132 dólares a -72,1 por hectárea. En el caso del maíz tardío, aunque los ingresos brutos suben de US$1239 a US$1295, el margen neto permanece en -143,9 dólares por hectárea. Menos recaudación La reducción de las retenciones también implica una menor recaudación para el Estado. En el caso de la soja, los ingresos fiscales bajan de US$445,83 a US$351,26 por hectárea, mientras que para el maíz disminuyen de US$334,60 a US$307,27 por hectárea. "La baja en las retenciones es una buena señal para el sector, que genera 7 de cada 10 dólares de exportaciones. Entendemos los cambios generados por la política nacional y los celebramos, pero el campo y la gente que lo rodea se verán realmente beneficiados cuando las retenciones sean 0 (cero) para todos los niveles de producción", afirmó el productor. Además, aclaró que su análisis se basa en un rendimiento estimado de 35 quintales por hectárea para la soja y 86 quintales para el maíz, cifras que no cree que reflejen el panorama actual, ya que, por la falta de precipitaciones, los rendimientos de los cultivos comenzaron a bajar. El jueves pasado, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que las últimas lluvias no lograron revertir el impacto de la falta de humedad y las altas temperaturas. Como resultado, la entidad redujo las estimaciones de producción de soja en un millón de toneladas y ahora proyecta una cosecha de 49,6 millones de toneladas. Por su parte, la producción de maíz también tuvo un ajuste a la baja, con una nueva estimación de 49 millones de toneladas, lo que implica una disminución de un millón de toneladas en comparación con la proyección anterior. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) detalló que las últimas lluvias trajeron alivio al 20% de la región agrícola núcleo La entidad advirtió que la oleaginosa está entrando en su período crítico "sin lluvias significativas previstas en los pronósticos".* Menciones: Ceco1 cfinanE
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