27/01/2025 Cronica.com.ar - Nota
Ni Bariloche ni San Martín de los Andes: un paraíso natural de la Patagonia que no tiene nada que envidiarle al Caribe Se trata de un oasis soñado al que se puede acceder solamente a pie, mediante un trekking, y regala vistas panorámicas tan hermosas como alucinantes. Argentina cuenta gran diversidad de paisajes y una enorme variedad de actividades para disfrutar tanto en familia, amigos o pareja. Entre la gran variedad de destinos disponibles en el país, la Patagonia se ha consagrado como uno de los sitios más elegidos. En esta oportunidad, te queremos que compartir un rincón natural que es "poco conocido" y reúne de los paisajes más lindos la Cordillera de los Andes : una playa paradisiaca que es prácticamente un “secreto”; un inmenso bosque donde la tranquilidad es el principal atractivo; y una serie de piscinas naturales para disfrutar de chapuzones. Dentro de la variedad de alternativas disponibles en la Patagonia, el Cajón del Azul es un tesoro natural con aguas de tono turquesa que fluyen entre imponentes paredes de roca milenaria, creando un paisaje impresionante en pleno corazón de la montaña. Geográficamente, está situado en la localidad de El Bolsón , provincia de Río Negro. Más precisamente, Bariloche se ubica a 121 kilómetros y Esquel a 163 kilómetros de distancia. Dadas estas cuestiones, su acceso se realiza a través de una caminata de 3 horas (9 kilómetros) que parte desde Chacra Wharton . Una vez que inicia el viaje, se ingresa al sendero conocido como La Confluencia. Luego, se hace una atractiva visita a un frondoso bosque de diferentes especies, atraviesa el Mirador Loma de Los Piches y se toman las mejores postales del Zanjón Hondo , un hermoso afluente del Río Azul. Luego de dos horas de caminata, se llega a La Playita , un balneario paradisíaco donde se suele hacer una pausa antes de continuar el recorrido. Muy cerca de aquí, El Valle ganó un gran reconocimiento de los turistas, ya que es el nacimiento del Río Azul, encajonado y rodeado de enormes muros de roca. Faltando pocos metros para llegar al paraíso natural, que no tiene nada que envidiarle al Caribe, se encuentra el sendero al Puente del Cajón del Azul . Antes de este, también existe un angosto camino que se dirige hacia las mismísimas aguas debajo del puente, una cruzada fresca de hermosas sensaciones y vistas. Finalmente, a unos 30 metros del ingreso, se encuentran las piletas naturales de Cajón Azul. Aquí no solo se puede refrescar en el agua de color turquesa o tomar solo, sino que existe la oportunidad de disfrutar la sensación extraordinaria de aventura al tirarse desde las enormes rocas que las bordean. Por otro lado, no se puede dejar de tomar unos mates a la orilla de las aguas cristalinas; hacer un pícnic a la en las inmediaciones del bosque, lo que es una experiencia inolvidable; realizar actividades acuáticas como kayak; entre otras actividades que buscan que los visitantes conectan con la naturaleza local . Vale la pena mencionar que, debido a la longitud del recorrido, la mayoría de los turistas que se adentran a este sitio optan por pasar la noche en alguno de los refugios situados en la montaña , para así aprovechar al máximo el lugar y las maravillas que ofrece. Dentro de las alternativas de hospedaje, se pueden encontrar desde zona adaptada para el Camping , donde se instalan carpas y se pueden ver las espectaculares estrellas; y un alojamiento tipo hostel con habitaciones individuales o compartidas. Por último, hay que distinguir que El Cajón Azul cuenta con una proveeduría con alimentos básicos y riquísima cerveza artesanal; recreos preparados para pasar el día; y áreas comunes para compartir experiencias con otros viajeros argentinos o internacionales.
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